domingo, 19 de diciembre de 2010

Estamos locos maestro Millás

Atentos al artículo de opinión publicado ayer día 18 de diciembre en El País. No tiene desperdicio.

«En las librerías analógicas entra cada día un ejército de gente con el objetivo expreso de no comprar. Decimos que son no compradores activos porque antes de decidirse a no comprar hojean largamente el libro que no les interesa. Cabe suponer que este tipo de consumidor inverso, al llegar a casa, y cuando su cónyuge le pregunta de dónde viene, le responde que de no comprar unos libros. ¿Y cuáles no has comprado? Pues no he comprado el de Auster, ni el de Ken Follet ni el de Almudena Grandes, ni el de Vargas Llosa... No comprar fatiga mucho, sobre todo si te pasas una tarde entera no comprando a Cervantes, Tolstói, Flaubert, Dostoievski, Kafka, Joyce... Creo que los libreros detestan a este espécimen porque ocupa mucho espacio, utiliza el servicio y deteriora la mercancía.

Las librerías digitales están llenas, en cambio, de clientes cibernéticos cuyo deseo es adquirir nuevos títulos para su iPad. Pero tampoco compran, en este caso porque el librero digital se resiste. Si usted lleva siete días intentando descargarse, previo pago, un libro electrónico y aún no lo ha logrado, no es porque usted sea un idiota, créame. No nos atreveríamos a decir quién es el idiota, pero alguno o algunos hay. Resulta increíble que las editoriales más grandes de nuestro país hayan creado una plataforma gigante de libros digitales cuyo objetivo parece ser el de no vender libros digitales.El librero digital se resiste. Si usted lleva siete días intentando descargarse, previo pago, un libro electrónico y aún no lo ha logrado, no es porque usted sea un idiota, créame. No nos atreveríamos a decir quién es el idiota, pero alguno o algunos hay. Resulta increíble que las editoriales más grandes de nuestro país hayan creado una plataforma gigante de libros digitales cuyo objetivo parece ser el de no vender libros digitales. El problema es que lo disimulan porque usted no se da cuenta de que no quieren venderle hasta el quinto o sexto paso, o hasta la quinta o sexta librería cibernética. Entonces, cuando ya está a punto de estrellar su iPad contra el suelo, llega el típico cuñado listo y le aconseja piratear el libro, que es coser y cantar. Si la famosa plataforma se ha creado en realidad para no vender, que se ponga de acuerdo con los no compradores del primer párrafo.»


jueves, 16 de diciembre de 2010

Papeles. La educación lectora

Extracto de Los nuevos lectores del siglo XXI. Lector y lectura de calidad. En: Papeles. La educación lectora, del autor Fabricio Caivano. Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

«En un principio fue en Verbo, y luego vinieron el Sujeto, el Predicado y el Complemento. La Palabra resonó en todas las bocas y, por último, venció al Tiempo y a la Muerte y se hizo escritura. Y el libro habitó entre nosotros haciendo de él una Gran Biblioteca, la madre del Gran Relato. Perder el camino que lleva a la Gran Biblioteca es olvidar el Gran Relato que nos ha nacido. No leer es no tener memoria alguna. No leer es perder para siempre la Voz de los que nos han precedido, la sustancia de su Palabra, el regalo de su Experiencia y la fuerza de su Pensamiento. Que no sea así, y que si acaso llegara a ser no alcancemos a verlo. Ni siquiera por escrito.»

viernes, 1 de octubre de 2010

Tocar los libros de Jesús Marchamalo

Me escapo un rato de tanta legislación sobre la constitución española, de la propiedad intelectual, de esa actitud de opositora en la que a veces me sumerjo, para gozar con una lectura cuya duración no alcanza la hora, pero cuyo contenido me ha de durar para toda la vida. Tocar los libros de Marchamalo, lo he visto en la librería del Círculo de Bellas Artes esta mañana mientras me encaminaba hacia una entrevista de trabajo, y no he podido resistirme. Ya conocía la trayectoria del escritor y ya había oído hablar de esta conferencia que por suerte para todos ha quedado impresa ad eternum. Lo he leído atropelladamente, nada más terminar de comer, con ansia de verme reflejada en cada renglón y es que esta pieza va a formar parte de mi bibliografía personal, de esos libros que no tiraré, quizá prestaré y que espero releer en varias ocasiones hasta que quede esguardamillado. Y no sólo eso, éste forma parte ya de todos aquellos libros que hablan sobre libros, pequeñas joyas que atesoro para dejar constancia de mi amor por la letra impresa (véanse Nadie acabará con los libros de Umberto Eco, La tienda de las palabras de Jesús Marchamalo, El mal de Montano o Dublinesca de Enrique Vila-Matas, Mendel el de los libros de Stefan Zweig o El cazador de instantes de Rafael Argullol. Ya iré contando más cosas mientras tanto...

viernes, 5 de febrero de 2010

El libro más bello del mundo y otras historias

Tragicómico. Ocho historias auténticas que da gusto leer. Novela fresca que tiene peli al parecer. Descubro al autor francés y me encanta. Ya me estoy leyendo otro de él titulado Ulises from Bagdad. Muy muy recomendable.

jueves, 28 de enero de 2010

Los optimistas de Andrew Miller


Retomo al autor, han pasado más de veinte años desde que me leyese El insensible obra por la que le otorgaron el IMPAC, el premio más cuantioso del mundo y no era para menos, la verdad es que aquella novela me impactó increíblemente. Salamandra, que edita toda su obra, nos ha enviado recientemente sus nuevas novelas, Una mañana, como un pájaro, Oxígeno y ésta que veis a la izquierda. Me pongo rápidamente, evocarle me ilusiona.

Esta es la historia de Clem y paralelamente la de su hermana Clare. Nuestro protagonista vuelve de África tras presenciar como fotógrafo un genocidio que allí tiene lugar. A su vuelta a Londres, deambula por la vida intentando olvidar, aunque lamentablemente no lo consigue. Clare, su hermana mayor, historiadora de arte cae enferma y la ingresan en un psiquiátrico, ha tenido un brote y está ida, como ausente.


Entonces Clem se vuelca totalmente para que el estado de su hermana mejore. Decide llevársela a Somerset, a una casita de campo en la que pasaban las vacaciones, con la intención de que un agradable clima y la tranquilidad consigan sacarla de ese estado catatónico en el que se encuentra y él, de paso, poder olvidar: «Olvidar es tal vez, con arreglo a alguna ley de la paradoja, la verdadera función de la memoria, un recurso imperioso e ingenuo para el lento borrar de toda experiencia y de todo conocimiento».


Mientras su hermana va mejorando lentamete él decide ir a Bruselas para intentar entrevistar al genocida Ruzindana. Una vez allí conoce a alguien de su entorno que a través de una fotografía le hace olvidar, en parte, toda la ira y todo el odio que lleva dentro.


Los optimistas, en este caso, y a mi entender, son los personajes paralelos, los que pululan en torno a los personajes centrales (el padre, los tíos y primos hallados en Somerset, Finola, la novia de su hermana, su psiquiatra) y Laurencie: «Usted cree en la fotografía, ¿no es así? Esta foto no es tan antigua como usted piensa. Estos hombres puede que aún estén vivos y disfrutando de su jubilación, jugando con sus nietos. ¿Quién los buscará ahora? ¿Usted? ¿Y qué me dice de quienes les dieron las orden? ¿Qué me dice de los negocios que prosperaron a base de sangre y rapiña? Medio Bruselas se construyó gracias a lo que nos robaron a nosotros. ¿Quiere salvajes? Pues ya los ha encontrado. Tienen apellido belga y rostro blanco. Y nombres ingleses, también, franceses y portugueses y alemanes. Usted dice que Ruzinanda mató a tres mil personas. ¿Yo le digo que esos cerdos mataron a millones!


Preciosa novela de Miller que os recomiendo leer.




sábado, 16 de enero de 2010

Mendel el de los libros de Stefan Zweig

En el 2050 esta pieza debería constar en la lista de «Libros raros y preciosos». Digo pieza porque quiero darle volumen, todo el que se merece. A Mendel lo conocemos a través del recuerdo de una tercera persona que es quien narra, eso ya es importante. Otra vez la memoria y eso es más importante aún. Recordar, recordar...

Deliciosa lectura que habla de los libros, del recuerdo, del olvido. Si cae en vuestras manos, no lo dejéis escapar.

La contadora de películas de Hernán Rivera Letelier


El autor nace en Talca. VII Región del Maule. Chile (todos los días se aprende algo). Libro singular, original y tierno que parece proceder de esas regiones profundas y como de un sueño narrado por la mañana nada más despertar. Pero su realidad es plausible y posible en aquellos lugares en los que las necesidades de la vida te hacen ser diferente, única. Así es nuestra contadora de películas, Hada Delcine, niña con talento para narrar y escenificar historias que comparte con la gente de un lugar pobre pero no falto de imaginación y creatividad. Este libro es precioso. Recomiendo su lectura.