viernes, 1 de octubre de 2010

Tocar los libros de Jesús Marchamalo

Me escapo un rato de tanta legislación sobre la constitución española, de la propiedad intelectual, de esa actitud de opositora en la que a veces me sumerjo, para gozar con una lectura cuya duración no alcanza la hora, pero cuyo contenido me ha de durar para toda la vida. Tocar los libros de Marchamalo, lo he visto en la librería del Círculo de Bellas Artes esta mañana mientras me encaminaba hacia una entrevista de trabajo, y no he podido resistirme. Ya conocía la trayectoria del escritor y ya había oído hablar de esta conferencia que por suerte para todos ha quedado impresa ad eternum. Lo he leído atropelladamente, nada más terminar de comer, con ansia de verme reflejada en cada renglón y es que esta pieza va a formar parte de mi bibliografía personal, de esos libros que no tiraré, quizá prestaré y que espero releer en varias ocasiones hasta que quede esguardamillado. Y no sólo eso, éste forma parte ya de todos aquellos libros que hablan sobre libros, pequeñas joyas que atesoro para dejar constancia de mi amor por la letra impresa (véanse Nadie acabará con los libros de Umberto Eco, La tienda de las palabras de Jesús Marchamalo, El mal de Montano o Dublinesca de Enrique Vila-Matas, Mendel el de los libros de Stefan Zweig o El cazador de instantes de Rafael Argullol. Ya iré contando más cosas mientras tanto...