jueves, 28 de enero de 2010

Los optimistas de Andrew Miller


Retomo al autor, han pasado más de veinte años desde que me leyese El insensible obra por la que le otorgaron el IMPAC, el premio más cuantioso del mundo y no era para menos, la verdad es que aquella novela me impactó increíblemente. Salamandra, que edita toda su obra, nos ha enviado recientemente sus nuevas novelas, Una mañana, como un pájaro, Oxígeno y ésta que veis a la izquierda. Me pongo rápidamente, evocarle me ilusiona.

Esta es la historia de Clem y paralelamente la de su hermana Clare. Nuestro protagonista vuelve de África tras presenciar como fotógrafo un genocidio que allí tiene lugar. A su vuelta a Londres, deambula por la vida intentando olvidar, aunque lamentablemente no lo consigue. Clare, su hermana mayor, historiadora de arte cae enferma y la ingresan en un psiquiátrico, ha tenido un brote y está ida, como ausente.


Entonces Clem se vuelca totalmente para que el estado de su hermana mejore. Decide llevársela a Somerset, a una casita de campo en la que pasaban las vacaciones, con la intención de que un agradable clima y la tranquilidad consigan sacarla de ese estado catatónico en el que se encuentra y él, de paso, poder olvidar: «Olvidar es tal vez, con arreglo a alguna ley de la paradoja, la verdadera función de la memoria, un recurso imperioso e ingenuo para el lento borrar de toda experiencia y de todo conocimiento».


Mientras su hermana va mejorando lentamete él decide ir a Bruselas para intentar entrevistar al genocida Ruzindana. Una vez allí conoce a alguien de su entorno que a través de una fotografía le hace olvidar, en parte, toda la ira y todo el odio que lleva dentro.


Los optimistas, en este caso, y a mi entender, son los personajes paralelos, los que pululan en torno a los personajes centrales (el padre, los tíos y primos hallados en Somerset, Finola, la novia de su hermana, su psiquiatra) y Laurencie: «Usted cree en la fotografía, ¿no es así? Esta foto no es tan antigua como usted piensa. Estos hombres puede que aún estén vivos y disfrutando de su jubilación, jugando con sus nietos. ¿Quién los buscará ahora? ¿Usted? ¿Y qué me dice de quienes les dieron las orden? ¿Qué me dice de los negocios que prosperaron a base de sangre y rapiña? Medio Bruselas se construyó gracias a lo que nos robaron a nosotros. ¿Quiere salvajes? Pues ya los ha encontrado. Tienen apellido belga y rostro blanco. Y nombres ingleses, también, franceses y portugueses y alemanes. Usted dice que Ruzinanda mató a tres mil personas. ¿Yo le digo que esos cerdos mataron a millones!


Preciosa novela de Miller que os recomiendo leer.




sábado, 16 de enero de 2010

Mendel el de los libros de Stefan Zweig

En el 2050 esta pieza debería constar en la lista de «Libros raros y preciosos». Digo pieza porque quiero darle volumen, todo el que se merece. A Mendel lo conocemos a través del recuerdo de una tercera persona que es quien narra, eso ya es importante. Otra vez la memoria y eso es más importante aún. Recordar, recordar...

Deliciosa lectura que habla de los libros, del recuerdo, del olvido. Si cae en vuestras manos, no lo dejéis escapar.

La contadora de películas de Hernán Rivera Letelier


El autor nace en Talca. VII Región del Maule. Chile (todos los días se aprende algo). Libro singular, original y tierno que parece proceder de esas regiones profundas y como de un sueño narrado por la mañana nada más despertar. Pero su realidad es plausible y posible en aquellos lugares en los que las necesidades de la vida te hacen ser diferente, única. Así es nuestra contadora de películas, Hada Delcine, niña con talento para narrar y escenificar historias que comparte con la gente de un lugar pobre pero no falto de imaginación y creatividad. Este libro es precioso. Recomiendo su lectura.